Hoy, día 16 de Octubre, es el Día de la Alimentación.
La Alimentación, según la RAE, es la “acción y efecto de alimentarse o alimentar” y el “conjunto de las cosas que se toman o se proporcionan como alimento”. La Alimentación implica, no obstante, dos actividades como son Comer y Beber. Pero no son las únicas actividades que llevamos a cabo en nuestro día a día cuando nos “alimentamos”. Nos alimentamos cuando nos relacionamos con otras personas. La vida social y laboral implica alimentarse. Mientras nos comunicamos, nos alimentamos (y viceversa). Se podría decir que, hoy, es el día de un acto que aparece de forma repetida en nuestra vida y que la condiciona enormemente.
Ésto es algo que engancha perfectamente con la frase que uso en todas mis clases: “Comer es algo más que tragar, señores”.
Como logopeda, en el abordaje diario que realizo de la disfagia tengo que trabajar muchos más aspectos que el entrenamiento sistemático de la deglución (que también y no debemos obviar la importancia del ejercicio orofacial en disfagia basado en Intensidad y Repetición). Todo esos aspectos que trabajo conforman la Actividad de Comer y Beber.
Cuando comienzo un tratamiento de reeducación de la deglución post-ictus, comienza un trabajo maravilloso donde reconstruimos una Actividad que se ha visto devastada por un vendaval de sinopsis inapropiadas. Después de eso hay que Volver a construir la Actividad.
Construyendo la Actividad de Comer…
¿Qué hay detrás de Comer?. Detectar el alimento, volver a sentir ganas por tomar el alimento que tenemos delante, ser capaz de volver a detectar esas señales que nos llaman la atención de la comida, volver a disfrutar de olores, entender de nuevo las señales visuales y relacionarlas con nuestros sistema orofacial, disfrutar de cada deglución, entender las texturas nuevas, sentir esa modificación del patrón respiratorio ante cada alimento nuevo…Infinidad de subprocesos que acompañan a cada deglución y que debemos abordar de forma especifica.
Una vez hemos localizado la forma de deglutir de forma segura, debemos incorporar esa estrategia a la Actividad de Comer y detrás de ello siempre hay un trabajo de relación entre Persona y Alimento. El Alimento juega un papel muy importante en el abordaje de la disfagia y llegar a entenderlo nos puede ayudar a implementar esas mejoras derivadas del entrenamiento en Motricidad Orofacial.
Recuerdo una señora que recupero la capacidad de deglutir de forma segura los alimentos en una consistencia modificada. De la noche a la mañana no se pudo retirar la sonda nasogástrica y hubo que implementar esas mejoras en la Actividad de Comer. Hubo que acompañarle en esa construcción de la Actividad. Aceptar el alimento, manejar la respiración, reeducar el olfato y la vista ante las “nuevas texturas” y un largo etcétera de subprocesos que hubo que ir añadiendo de manera progresiva para poder comenzar un nuevo camino de alimentación independiente donde se trató de dotar a la Persona del máximo de herramientas para que volviera a ser el protagonista de su deglución y mostrarse lo más participativa posible en su día a día.
En este trabajo también juega un papel importante el Entorno, ya que todos debemos aprender a comer diferente. Debemos aprender a que “comer diferente, no significa comer peor”. En Entorno debe tener en cuenta la elaboración d un nuevo menú y de unas nuevas pautas que debe implementar de manera progresiva. Todos participamos en la construcción de la Actividad.
Hay mucho que trabajar en la Actividad de Comer y el profesional que se encarga de la deglución (logopeda) lo sabe.
Por ello, en el Día de la Alimentación, no quería dejar pasar la oportunidad de recordar a todas aquellas personas que modifican su Alimentación por diversas causas y a todos aquellos que lo facilitan. Cuando te dedicas a esto entiendes, de manera más adecuada, lo que es realmente la ALIMENTACIÓN.