Reconocimiento
Me permito hoy regalar a mis compañer@s de profesión unas palabras de reconocimiento por tan buenos recuerdos dejan a diario en pacientes por un trabajo que, si bien es cierto que no siempre está reconocido, tenemos la suerte de ser recompensados por el Sistema Generador de Sonrisas que también conocemos.
Quien ha sufrido la frustración de querer decir y no poder mientras mantiene en la lengua la palabra que le acribilla y machaca, bien sabe de la necesidad de poder luchar contra ese sentimiento ayudado de alguien que tenga las herramientas para emprender la gesta con éxito.
Quien ha padecido la impotencia de no entender a quienes le rodean, buscando una lógica a cuantos sonidos le atacan a la vez que soporta el aislamiento sin justicia, bien conoce la importancia que tiene una mano amiga que detiene todo el vendaval y da el tiempo necesario para que sucedan las cosas.
Quien en tantas ocasiones ha sido incapaz de dominar la velocidad de los movimientos de su lengua, como si ésta tuviera vida propia, cabalgando a su ritmo en la boca sin saber si quiera de donde viene esa fuerza, bien prefiere que a su lado haya una persona que entienda ese proceso, busque respuesta a las preguntas y, entre ambos, frenen ese ritmo frenético para acomodarse a la propia vida.
Aquel que ha notado como su respiración se corta en cada una de sus ingesta y tragos, que nota como un pinchazo en el pecho impera en cada comida sin poder disfrutar de tan solo un sabor y dar un gusto a su propio gusto, bien sabe de la importancia que tiene contar con alguien que evite aquellos sinsabores, anticipe los malos ratos y facilite volver a respirar, degustar y disfrutar a la vez.
Aquel que en su día tuvo la suerte de trabajar con un logopeda bien sabe la calidad de vida que logró y la importancia de que esta figura, no solo esté reconocida, sino accesible en un lugar visible de nuestro sistema de Salud.