Hoy me gustaría generar una entrada con un tinte reivindicativo desde la visión de usuario del Sistema de Salud Pública y como paciente. Vaya por delante que considero que tenemos uno de los sistemas sanitarios más efectivos del mundo, pero ello no significa que no deba mejorarse la condiciones actuales que, en cuestiones de rehabilitación, en muchas ocasiones, deja que desear.
Me quiero remitir a los datos presentados por el grupo de logopedas del SNS con datos del Ministerio de Sanidad. De acuerdo con la gráfica aportada, se contaría con un total de 0,67 logopedas por cada 100000 habitantes con enormes diferencias de una Comunidad Autónoma a otra. Nacer en un lugar u otro de nuestro apreciado país puede condicionarnos si tenemos un determinado problema.
Teniendo en cuenta que según datos, 1 de cada 17 personas en el transcurso de su vida presenta alguna forma de disfagia, según la Organización Mundial de Gastroenterología (datos aportados por Nestlé), que la disfagia se puede presenta en un 60% de las enfermedades neurodegenerativas como mínimo y en un 50% de ictus y neoplasias de cabeza y cuello, que tenemos más de 130000 casos de Afasia al año, que alrededor del 18% de los reingresos hospitalarios son producidos por la disfagia orofaríngea, mucho me temo que el SNS no cuenta con logopedas suficientes para atender a su población. ¿Hablamos de costes?. ¿Hablamos de Calidad de Vida?. Revisen los siguientes artículos, por poner ejemplos:
- Camarero González, E. «Consecuencias y tratamiento de la disfagia» (2009)
- Estudio CÓDICE (2015)
- Shaw Bonhila, H. et al. «The one-year attributable cost of post-stroke dysphagia» (2014)
- Ferrero López, M.I. et al. «Utilidad de implantar un programa de atención a la disfagia en un hospital de larga y media instancia» (2009)
- Pyn Leow, L. et al. «The impact of dysphagia on quality of life in ageing and Parkinson’s Disease as measured by the SWAL-QOL questtionaire» (2009)
- Chen, P. et al. «Prevalence of perceived dysphagia and quality-of-life impairment in a geriatric population» (2008)
- Jones, E. et al. «Health-related quality of life and oropharyngeal dysphagia: a systematic review» (2017)
- etc etc etc
Y aquí viene lo gracioso de todo ésto. Decir que el SNS no puede atender a todas estas personas no quiere decir que no sean atendidas. Me explico. En este país (que es el que conozco) se da la paradoja de que «sufrir una discapacidad es un lujo» y eso se demuestra detrás de cada persona que tiene que tirar de ahorros y hacer un esfuerzo enorme para que su familiar o él mismo comience un proceso rehabilitador lo antes posible porque no recibe la terapia suficiente o ni la recibe. Mucha gente recibe el alta en su hospital sin que un logopeda les haya visitado (logopedas en hospitales asfixiados de trabajo o limitados en cuanto a competencias; eso en los hospitales que hay logopedas) y deben comenzar un periplo para encontrar a un profesional que les ayude, con el sobrecoste que ello conllevo (después de estar oda una vida pagando impuestos). Pero, ¿y la persona que no puede asumir ese sobre coste?. Debería tener derecho a solventar su problema del mismo modo que aquel que tiene la suerte de poder costeárselo.
Os diré una cosa. El 100% de mis pacientes han descubierto lo valioso que es un logopeda cuando han sufrido en sus carnes las consecuencias de estar limitado en cuanto a la comunicación y/o deglución se refiere. Yo mismo como usuario me tiro de los pelos pensando que el día de mañana podría volver a casa después de una hospitalización sin saber a quien debo dirigirme para comenzar el proceso de recuperación.
Gracias a Fundaciones como en la que yo trabajo, se ofrece ese servicio extra que el SNS no cubre, facilitando el acceso de las personas a logopedas con una ayuda para poder pagarlo. Lo que no ve la gente es el esfuerzo de sus trabajadores por sacar adelante eventos beneficos para poder ofrecer a la sociedad un servicio que desde el SNS es insuficiente.
Pero, además, pensemos en los costes que generan estas actitudes. Más profesionales cualificados en deglución reducen los reingresosn por neumonías. Más profesionales cualificados en la mejora de la comunicación reducen el aislamiento social y mejoran, por tanto, la salud de la gente. Contar con más logopedas en el SNS no es gastar dinero sino reducir costes (contamos con infinidad de estudios que aportan evidencian a nuestro trabajo no solo en aumento de Calidad de Vida sino reduciendo costes hospitalarios).
Considero, por tanto, que deberiamos reivindicar la presencia de un número lógico de logopedas por habitante. Ello implicaría ampliar las ratios. Pero no debemos reivindicarlo como profesionales que buscan un hueco en el SNS, sino como pacientes con derechos a recibir un tratamiento adecuado cuando la vida te limita enormemente y una actuación profesional y temprana es el mejor regalo que puedes recibir.
Más logopedas en los hospitales es más salud….No lo olvides..