Creo que es una de las palabras que más debate provoca en los últimos meses. Es una de las palabras que más conversaciones provoca (y ha provocado) en nuestra profesión. Por ello, creo que vale la pena que nos detengamos un poquito, en el ojo del huracán, para hablar sobre ella.
Praxias… Yo hago praxias, tu no deberías hacerlas, por qué haces praxias,… ¿Tú haces Praxias?…un largo etcétera de nuestra día a día como terapeutas donde aparece esta palabra.
Definiendo la Praxia…
Lo primero sería, pararse a pensar en la definición de esta palabra. ¿Qué es una Praxia?.
Para empezar, si buscamos la palabra Praxia en el Diccionario de la RAE, podremos comprobar que esta palabra no aparece. No la tienen registrada. Habrá que hablar con ellos ya que es una palabra, que exista o no, desde luego la usamos habitualmente, y mucho más que otras palabras que si tienen cabida en el diccionario, como “almóndiga». Si buscamos, del mismo modo en diccionarios reconocidos como el Diccionario María Moliner o Fundéu, nos ocurrirá lo mismo. Ni rastro de ese término. Una palabra que tanto usamos ni siquiera tiene cabida dentro de nuestro diccionario.
La RAE nos ofrece una alternativa: “praxis” (donde ya nos vamos por otro lado) o “apraxia”. Si elegimos esta última, empezando a definir un concepto desde su patología, nos encontramos con la siguiente definición: “Incapacidad total o parcial de realizar movimientos voluntarios sin causa orgánica que lo impida”. No se si de ello podríamos inferir que la RAE podría definir la Praxia como “la capacidad para realizar movimientos voluntarios”. Esto sería, que el individuo es capaz de hacer un movimiento voluntario. Punto. Creo que esta definición se nos quedaría un poco escueta. Los suyo sería buscar definiciones de Praxia en textos específicos de nuestra profesión.
Si busco Praxia, especificando en el buscador la palabra Logopedia, me surgen varios enlaces (en este caso la palabra ya comienza a existir, luego la hemos debido de crear los terapeutas en algún momento). Uno de ellos nos transporta a la página espaciologopédico.es (Click aquí). En ese enlace nos encontramos distintas definiciones de Praxia, éstas ya más específicas:
Sistema de movimientos coordinados en función de un resultado o de una intención (Tallis Jaime y Soprano Ana María, 1991)
Praxis (práctica) es el proceso neurológico que nos permite organizar planear y ejecutar, de una forma eficiente, habilidades de todos los tipos. (Ramos F., 1994)
Como anécdota, en dicha página, que es de venta de materiales a fin de cuentas, nos aparecerán 104 propuestas de enlaces de productos comerciales relacionados con Praxia. Todo parece indicar que contamos con más materiales en el mercado para los logopedas que definiciones adecuadas de un término para que podamos entender bien su semiología. Curioso.
No es el objeto de esta entrada buscar todas las definiciones existentes sobre la palabras Praxia, por lo que continuaremos.
A qué nos referimos con Praxias…
Esto es importante porque creo que cuando usamos esta palabra nos referimos a otra cosa y eso nos lleva a error (y a discusiones perfectamente evitables).
Con el paso del tiempo, hemos ido considerando que las Praxias son un listado de movimientos orofaciales que el paciente (supuestamente) llevaba acabo para lograr una mejora en la eficacia de los órganos y estructuras orofaciales. En este caso, era muy tipico contar con las llamadas Praxias Orales (37800 resultados en el buscador Google), Bucofonatorias (32400 resultados obtenidos en Google) u Orofaciales (89900 resultados obtenidos en Google).
Los listados de Praxias consisten en una serie de tareas basadas en movimientos de la lengua, labios, mandíbula, musculatura facial que la persona debe ejecutar, normalmente frente a un espejo. Estas tareas se podían ejecutar bajo la supervisión del logopeda o como listado de ejercicios para casa. Si buscamos en youtube este tipo de ejercicios encontraremos infinidad de videos con estos ejercicios y en internet un sinfín de materiales lúdicos para que se hiciera más llevadero llevar a cabo estas tareas.
El problema de estos listados es que transgreden uno de los principios de los que hablábamos anteriormente cuando intentábamos ofrecer la definición de Praxia y es que esos movimientos han de tener una intención o un fín.
En algún momento dado se asoció a estos ejercicios la capacidad para poder mejorar la función del habla. Por ejemplo, si reviso mis apuntes de la carrera ahí están las recomendaciones para prescribir a mis pacientes estos ejercicios. Me sorprende que esas recomendaciones no encuentro por ningún lado la fuente. No consigo localizar en esos apuntes los estudios que verifiquen su uso como forma de mejorar el Habla.
Estamos hablando, por tanto, de una serie de tareas que la persona ha de repetir y repetir (tal vez alguien se pueda basar en este aspecto como principio de neuroplasticidad, pero no olvidemos con la intensidad que dotamos a nuestros tratamiento no es la adecuada por lo que esto ya pierde sentido) sin una finalidad o sin implementar su uso dentro de la función.
Conviene recordar los principios de neuroplasticidad remitidos por Kleim&Jones (2008) que insisten en que para generar plasticidad debemos usar la función (informando de los peligros del des-uso), debemos mejorarla y debemos ofrecer experiencias a la persona para ponga en práctica lo que se entrena (Salience Matters). No es difícil llegar a pensar que un listado de tareas sin una finalidad, iguales para todos los sujetos y que se basan en ejercicios que no siempre tienen en cuenta a la función del Habla es para poner en duda y replantearlo de base.
A qué nos referimos con movimientos significativos…
Hagamos un pequeño ejercicios. Busca en Google algún listado estos ejercicios. Hazlo un par de veces y fíjate bien en la manera en que tu lengua se mueve. Después, te ruego que veas este video y observes los movimientos que realiza nuestra lengua cuando hablamos (click aquí). Seguramente ambos movimientos sean bien diferentes, con el añadido de que los sonidos del video iban acompañados de la respiración, por lo que se generaban sonidos, lo cual hace que (como te puedes imaginar) la representación en el cerebro sea muy diferente.
Hacer o no hacer (Praxias), bello dilema…
Me da la sensación de que se han ido creando dos equipos: los que hacen praxis y los que no (o tres, los que no dicen nada). Me gustaría que recapacitáramos sobre ésto. Pensemos de forma sensata. SOLO HAY UN EQUIPO. Estamos todos en él.
Hemos de tener claro que todos vamos en el mismo barco y que todos crecemos juntos. La Ciencia avanza y eso es magnifico. Hoy en día contamos con posibilidades que hace años no teníamos. Eso hace que hoy podamos verificar cosas que se han hecho durante años de cara a mejorar y hacer más efectivas nuestras intervenciones. También, eso exige que tengamos la mente abierta y que salgamos varias veces de nuestra zona de confort.
Listado de ejercicios orofaciales no verbales hemos hecho todos (es más, a mi me lo indicaron así en la carrera hace 13 años). El tema es que, a día de hoy, se ha visto que no sirve para todo, como nos dijeron (si pocas cosas claras tengo en la vida es que las recetas no valen). Debemos estar agradecidos de contar con basta bibliografía que nos ofrece nuevas tendencias para hacer la cosas de forma más rápida, efectiva y específica.
Vivimos en constante cambio.
Lo que hoy es así, en cinco años será “asao”. No tenemos que quedarnos con lo que nos dijeron hace unos años, probablemente lo que me dijeron hace unos meses ya puede estar siendo mejorado.
Esa lengua que no se mueva…
El tema (y donde quería llegar) es que los cambios de paradigma son complejos y solo saldremos engrandecidos dejando los egos aparcados fuera y luchando juntos. No debe surgir miedo.
Me encuentro con algunas personas que se sienten inseguros a la hora de planificar algunas de las tareas en sus tratamientos de intervención en el Habla.
Nadie dice que la lengua no deba moverse. A ver si vamos a entrar en la espiral de tener al paciente rígido como una tabla sin poder ejecutar movimiento orofacial alguno. Nadie dice eso.
El tema principal es que los movimientos han de ser significativos y funcionales. Esto quiere decir que debo trabajar la función y que los movimientos que pida al paciente han de ir relacionados con su función de cara a mejorarla. Acompañemos de sonidos a nuestros movimientos, implementemos dichos sonidos en tareas fonéticas (y fonológicas posteriormente). Recordad el término de “pistas fonéticas” que ya hablamos en su día como forma de iniciar la funcionalidad de estos movimientos. Siempre hay que tener en cuenta la ejecución de la función en nuestros tratamientos. Segmentar el proceso funcional en subprocesos no solo no será efectivo, es que, sencillamente, es algo distinto que no tiene que ver. El paciente ha de experimentar bajo nuestro control, pero experimentar su función. Somos movimiento, no lo olvides.
Para mejorar de función hemos de trabajar la Función. Primero entendiendo su alteración y, luego, facilitando su mayor reestructuración y/o aprendizaje, pero siempre dotando a nuestra intervención de sentido.
Pero, entonces, ¿qué tenemos que hacer?..
Pues yo no tengo la solución pero si te puedo aconsejar una serie de pautas que siempre ofrezco en mis formaciones a mis alumnas.
- Lee, lee, lee…y si tienes tiempo, lee.
- No sigas dogma. Critica, construye y crea.
- Colabora no tu compañero.
- Crea debate sano y con fines constructivos.
- Vayamos en el mismo barco.
- No olvides que todos somos pacientes (y personas).
- Cada paciente ha de suponerte un nuevo Máster (cada persona es un mundo y cada caso te hará volver a replantearte todo).
- Si dudas, vas por buen camino. Si compartes tus dudas, estarás en el camino (ninguna pregunta que dirijas a un compañero caerá en saco roto).
- Comparte la información, sin miedo.
- Lo que vale para uno, no valdrá para otro pero siempre hay una base similar, base que se nutre de los cambios que nos facilitan los avances científicos.
- Rigor científico. Olvida el “A mi me funciona” y busca el por qué de las cosas.
P/D: La presente entrada tiene como fin buscar el consenso y la colaboración entre todos los profesionales. Si en algún momento alguien necesita ayuda, consejo o, simplemente, unas orejas para poder escuchar ante cualquier duda profesional que le surja, estaré encantado de poder ayudarle en la dirección logocerebral@gmail.com.