Llega otro final de ciclo. En estos días muchos alumnos y alumnas acaban sus exámenes de ciclo superior de formación profesional; otro tantos se enfrentan a la EVAU. Unos y otros tendrán que seguir tomando decisiones en el camino hacía su vida profesional.
Recuerdo, hace años, el momento en que tuve que decidir qué carrera estudiar. Desde luego lo tenía bastante claro pero siempre hubieran venido bien algunos consejos para tomar la mejor decisión.
Trabajar, vas a tener que trabajar de todos modos por lo que lo más apropiado es intentar hacerlo en algo que te guste. Eso es obvio. Ya que eliges un camino profesional es importante que este camino te motive, te dignifique y te permita realizarte. Uno pasa mucho tiempo trabajando (tal con el tiempo cada vez menos) por lo que es importante elegir una carrera profesional que te permita llegar a tu casa con buenas sensaciones y sintiéndote orgulloso de lo que hiciste.
Por ello pienso que una buena decisión podría ser estudiar el Grado de Logopedia.
Es altamente probable que, como la mayoría de la población, no tengas ni idea de qué hace un logopeda. Es normal. Lo raro es que en tu cerebro no se hayan activado antes las palabras podólogo, golopeda o pedagogo y hayas imaginado que una especie de híbrido capaz de solucionar patologías del pie en un entorno escolar.
La logopedia es una profesión versátil. Esto significa que un logopeda puede trabajar en diferentes lugares atendiendo a personas de todas las edad ante afectaciones que corresponden a áreas distintas. Un logopeda no solo se encuentra en un gabinete de logopedia. Lo puedes encontrar en hospitales, centros de investigación o centros odontológicos, por ejemplo.
Si te ayuda te contaré todas las cosas que he podido hacer como logopeda desde que acabé la carrera hace ya 19 años.
Lee e imaginate las situaciones:
- Como logopeda participé en la conexión de un implante cochera de un bebe que había nacido con una patología auditiva y que no podía oír nada. Tuve la oportunidad de vivir el momento en el que el dispositivo que se había instalado en su cerebro se encendía y ese bebe escuchaba por primera vez la voz de sus padres. En estas situaciones suele haber un logopeda.
- Como logopeda participo habitualmente en la retirada de sondas nasogástricas (SNG), que son unos dispositivos que se usan para alimentar a personas que han sufrido un problema neurológico y han perdido la capacidad para tragar de forma segura (se introduce el «tubo» por la nariz hasta el estómago y el alimento pasa directamente a la cámara gástrica). Si, un logopeda ayuda a recuperar a las personas la capacidad de volver a comer de forma segura y volver a saborear la vida.
- Como logopeda estuve en el momento en el que una persona que había sufrido un problema neurológico había perdido la capacidad para hablar era capaz de volver a hablar y leer y era capaz de volver a leer un cuento, como tarde, a su nieta. Un logopeda suele estar detrás de esas situaciones.
- Como logopeda estuve en el momento en el que un señor volvía a beber un vaso de agua sin miedo a atragantarse. Nunca un trago de agua estuvo tan rico y fresquito. Aunque no lo creas hay gente que pierde la capacidad para beber y tienen que hidratarse de formas alternativas poco apetecibles. Sí, un logopeda tiene el superpoder de recuperar la deglución.
- Como logopeda acompañé a una persona en el final de su vida y le ayudé a tomar un plato que amaba y adoraba pero que no era capaz de tragar por su patología degenerativa. Mis conocimientos como logopeda y un toque de cocina moderna permitieron que creáramos platos basados en espumas comestibles para que se llevara consigo ese sabor deseado (y yo me llevé el mejor de los abrazos). Sí, un logopeda también es capaz de hacer estas cosas.
- Como logopeda estuve con una persona a la que había quitado su laringe y se sentía horriblemente mal por no poder comunicarse en el momento en el que aprendía a creer sonidos con su esófago y a convertirlos en palabras para poder volver a hablar por los codos. Sí, un logopeda también se busca la vida para que alguien se comunique como sea.
- Como logopeda estuve con un cantante que, muy frustrado, veía como su carrera profesional se iba a garete al perder la voz de forma sistemática. Aun recuerdo la canción que me dedicó cuando fue capaz de dar su primer concierto sin perder la voz. Sí, también hacemos ésto.
Y este tipo de sensaciones me las llevo todos los días a casa. Gente que es capaz de recuperar sabores, palabras, opiniones y su sitio en la mesa. Gente que hace que no me haya equivocado en mi decisión y que el camino que elegí en su día tenga sentido.
Elige tu camino pero con sentido.