“Paquita, la logopeda que enseña a comer con gusanitos”
Un artículo que ha generado diversas opiniones por el simple hecho de que cada vez nos acostumbramos más a leer un titular y compartir de manera automática o criticarlo sin leer su contenido. Creo que haber implementado el uso de dispositivos digitales y diversas App dentro de nuestras vidas ha reducido enormemente nuestra capacidad atencional. Pero eso sería un debate diferente.
Adjunto noticia en este enlace: Noticia de Paquita
Estoy de acuerdo en que el titular de este artículo es totalmente desacertado pero a todas las personas que lo comparten o critican me gustaría mostrarles otras frases de dicho artículo para que tomen sus conclusiones en consecuencia:
- “La primera cita es fundamental. Es donde yo veo la relación del niño con el alimento”
- “A los seis meses hay que comenzar con cuchara y hay que hacerlo. No se debe prolongar el biberón, entre los siete y los 10 meses es un periodo clave para introducir sólidos”.
- “Si con un gusanito le puedo meter un trozo de pollo, lo voy a utilizar”
- “Y hay que dejar que los niños exploren, se manchen… “Es parte del proceso”. No recomienda las amenazas: “Si no comes esto, no hay yogur; mejor hacer entender que después de esto, tomaremos el yogur. El mensaje, en positivo”.
Los gusanitos
Los gusanitos no son el alimento más nutritivo pero ruego no se lleve por ese lado el contenido de esta historia. La alimentación y el acto de comer es algo más extenso que comer gusanitos dentro de una tarea orofacial. El logopeda piensa en más que eso cuando decide trabajar con este elmento, estoy seguro.
Detrás de sacar conclusiones precipitadas o de emocionarse por este artículo hay un trabajo de una profesión. Una ciencia con años de andanza en la materia.
La logopedia
La logopedia es la disciplina sanitaria capaz de buscar soluciones a casos de este tipo. Niñas y niños que por alguna razón (bien neurológica, bien de alguna otra índole) presentan dificultades para el manejo de los alimentos sólidos. detras de cada intervención existe la aplicación de un protocolo de evaluación y un razonamiento clínico que tiene en cuenta variables como la mecánica deglutoria del individuo, su pasado en el contacto con los sólidos, su entorno, sus gustos y preferencias o un análisis del alimento que va a tomar.
Analizar el alimento y adecuarlo a la características funcionales del individuo así como hacer uso de diversos alimentos para facilitar diversos movimientos orales de manera funcional es algo que el logopeda puede y sabe hacer. ver los alimentos desde otra índole, entender al sistema orofacial y entender el momento de cada persona no es algo que alguien haga a lo loco. Buscar cierre oclusal haciendo uso de alimentos gomosos, favorecer cierre labial haciendo uso de alimentos fragmentables o facilitar la recepción de los alimentos en la cavidad oral es un trabajo que emociona en cada sesión de trabajo. No solo lo respaldan años de trabajo sino lagrimas, sonrisas y abrazos que, a lo largo de mi práctica profesional y la de mis compañeras hemos vivido como un grupo de profesionales comprometidos y motivados que somos.
Cambiemos el titular de “trabajar con gusanitos” por “facilitar la participación en la vida a través de disfrutar del acto de comer”.