En nuestra práctica diaria en Disfagia es habitual encontrarnos con múltiples mitos que han enraizado en nuestras decisiones desde antaño. Esas ideas se mantienen fijas y solo puede combatirse con la aparición de estudios y evidencias que nos ofrezcan la seguridad de que estábamos equivocados y que podemos cambiar el rumbo de nuestras decisiones.
El artículo que os voy a recomendar hoy trata sobre uno de los mayores mitos que he vivido en mis años como terapeuta: «El no uso de la vía oral como forma de alimentación evita la neumonía«. Y no me refiero a que cuando nos encontramos ante una disfagia severa no tenga lógico restringir la vía oral como forma de alimentación. El problema, la mayoría d elas veces, es que no se permitía la rehabilitación haciendo uso de alimento o combinar la vía oral y la alternativa para comenzar a entrenar la deglución. Recuerdo un debate en redes sociales en el que aporté varios artículos relacionados con esta propuesta y con suficiente evidencia científica, debate del que fui expulsado por decir que introducir alimento en determinados casos podía tener beneficios demostrados.
Pero en este caso se mezclan dos factores: uno, es que la persona padece una disfagia severa y, por tanto, su vía oral no es lo suficientemente competente como para alimentarse y se deben buscar vías alternativas (éste concepto está claro, siempre y cuando se haya verificado a través de pruebas instrumentales y funcionales) pero ello no significa que la persona pueda seguir teniendo problemas ya que seguirá aspirando contenido oral por su disfagia (pensemos en que su microbiota oral puede favorecer la aparición de neumonía de todos modos). De hecho, no era raro que muchos pacientes, a pesar de alimentarse por vía alternativa acabara haciendo eventos respiratorios. Como terapeuta de la deglución, no podía entender que, a pesar de haber restringido esa vía, la persona seguía haciendo neumonías. Al cabo del tiempo lo tuve claro y buscaba evidencias al respecto que demostraran que era necesario complementar (siempre que estuviera justificado) con rehabilitación de la deglución.
Tenemos que tener claro que una decisión de este calibre siempre ha de tener un plan de actuación; es decir, si se valora que una persona no va a comer nada vía oral, se deberían tener en cuenta factores que puede ocurrir adyacentes al proceso.
S bien es cierto que la higiene oral no tenía la importancia que se merecía, desde hace unos años se ha posicionado como una de las mejores estrategias terapéuticas. Poder intervenir en factores de microbiota oral tenia un efecto significativo a la hora de controlar la neumonía en estos casos (y en otros en los que sabemos que la aspiración se da).
Pero, ¿esa es la única estrategia posible?. No olvidemos que la evidencia científica actual nos habla de una mesa con tres patas a la hora de intervenir en disfagia: estado de higiene oral, estado de salud cardiorespiratoria y la mecánica deglutoria. Sobre la influencia de esta última pata en factores de microbiota oral os vengo hablar, ya que puede ser una estrategia muy adecuada en casos en los que la persona no va a ingerir nada por boca.
Para ello, os recomiendo la lectura del siguiente artículo: «Re-initiation of Oral Food Intake Following Enteral Nutrition Alters Oral and Gut Microbiota Communities», de Katagiri et al. (2019) (enlace aquí). Es una lectura interesante en la que se pueden extraer las siguientes ideas:
- Se trata de un estudio que se hace en personas con disfagia que están siendo alimentadas por una vía alternativa. Un total de 8 pacientes son objeto de estudio y análisis de acuerdo a los criterios de inclusión. 7 de ellos portan SNG, 1 se alimenta a través de PEG. 31 personas fueron excluidas porque no era viable hacer uso de la via oral como procesar y deglutir alimentos. Mucha gente cree que se introduce alimento en una persona con disfagia «per se» y no es así. Detrás de esas decisión hay todo un razonamiento clínico.
- Los pacientes realizan rehabilitación diaria de su deglución
- Lo interesante del asunto fue que se evidenció que la reintroducción de ingesta oral alteró la composición y abundancia de microbiota oral e intestinal. Este hecho es fundamental para mantener un adecuado estado de salud; de hecho, la red de microbiota observada evidenciaban una condición más saludable.
- En el artículo se apoya el hecho de que se puede apreciar mayor aparición de infecciones respiratorias en personas que se alimentan tan solo por sonda.
- Otro hecho importante es que reintroducir alimentos vía oral, aunque sea de forma complementaria, incrementó los niveles de participación en actividades de la vida diaria y niveles de calidad de vida.
- Una de las conclusiones: «la rehabilitación de la disfagia puede modificar la microbiota oral para mejorar la función deglutoria»
- Este podría ser el primer estudio que demuestra la importancia de atender la ingesta por vía oral en personas que se alimentan por vía alternativa desde un punto de vista microbiológico.
Por tanto, no debemos olvidar esa otra pata de la mesa que sostiene la atención de la disfagia: la rehabilitación de la misma. Los cambios orales que se suceden tras la misma pueden favorecer condiciones de salud por encima de lo que habíamos imaginado.
La introducción de alimentos en la persona con disfagia siempre ha de hacerse bajo un criterio claro. En este articulo se basan en la escala FOIS. A mi, personalmente, me gusta mucho la Escala Fujishima (FILS) (click aquí). En ella encontrareis una clasificación más especifica por 10 niveles para usar a la hora de reintroducir alimentos.
Espero que disfruteis con la lectura….