Donald Hebb fue un señor nacido en Chester, Nueva Escocia, en 1904. Muy ducho en esto de la Psicología desarrolló un principio que pasaría a conocer como la Ley o Principio de Hebb:
“Dos neuronas, o sistemas de neuronas, que se activan repetidamente al mismo tiempo, tenderán a quedar ‘asociadas’, de manera que la activación de una de ellas facilita la activación de la otra“.
Nace aquí el concepto tan interesante de Asambleas Neuronales, un conjunto de células que se activan a la vez sin necesidad de estar próximas.
Imaginaos. Lejos de la tendencia al localizacionismo de pensar en activación neuronal de una única zona ante una tarea, podemos pensar que esa misma tarea dependiendo de amplios factores puede conllevar activación de otras neuronas en zonas no tan proximales.
Principio de Hebb
Basado en el Principio de Hebb, el uso de determinadas palabras puede crear una asociación entre neuronas del lenguaje propiamente y otras neuronas que estén encargadas de procesar información respectiva a ese objeto o acción (en este aspecto podéis encontrar un interesante estudio de Pulvermuller donde se descubrió que la lectura de palabras de acción conllevaba la activación de neuronas implicadas en los movimientos que conllevarían dichas acciones).
Impresionante. Abajo dejo la referencia de este estudio y de otro realizado con Pacientes de Parkinson que abrió muchas puertas a entender el deterioro linguístico observable en pacientes donde siempre nuestro foco había estado dirigido a problemas de movilidad (os animo a localizar una tesis enormemente interesante escrita por Elena Herrera Gómez en la Universidad de Oviedo, es magnifica)
Investigación
Pues la hilo de estos estudios que demuestran la correlación entre estos trabajos interneuronales, quería compartir con vosotros un estudio que me ha parecido fantátisco realizado por la Universidad Jaume I de Castellón. En este enlace podeis encontrar la noticia: Leer canela activa regiones olfativas del cerebro
Los investigadores elaboraron dos listas de palabras: una con léxico relacionado con el olfato y otra con léxico neutro que no tenia nada que ver.
En el léxico relacionado con olfato se podían encontrar palabras tales como “ajo”, “canela”, “cloaca”, “flor”, “colonia”, “sobaco”. 23 personas de ambos sexos participaron en el estudio y se fue midiendo con ayuda de RMN. Se encontró activación del cortex piriforme bilateral, la amígdala derecha, cortex olfatorio primario y el cortex orbitofrontal en la lectura silenciosa del léxico olfativo.
Cuando lo esperable era encontrar una activación de neuronas “localizada” resulta que hubo mayores conexiones y se pusieron a trabajar neuronas que, sin estar relacionadas con zonas de lenguaje a priori, resultaron trabajar como si lo estuvieran. Nuestro cerebro trabaja con una organización que tardaremos años y años en saber comprender. Mientras tantos, sigamos maravillándonos.
Referencias
- “Brain and Language: The Neural Representation of Words and their Meanings”, Julio González Alvárez. 2007
- “Cerebral functional architectures: from classicism to current trends“, Jordi Peña-Casanova
- “Functional links between motor and language systems“.European Journal of Neuroscience, 21, 793-797.Pulvermüller, F., Hauk, O., Nikulin, V. V., y Olmoniemi, R. J. (2005).
- “Action naming is impaired in Parkinson disease patients“.Neuropsychologia, 47, 3271-3274.Rodríguez-Ferreiro, J., Menéndez, M., Ribacoba, R. & Cuetos, F. (2009).