Afasia. Puede sonar un término bastante raro pero la persona que lo sufre así como todos aquellos que lo rodean saben bien de las enormes restricciones que supone este problema en su vida diaria.
Mccann (2013) llevo a cabo una encuesta para saber acerca del conocimiento que tenía la gente acerca de lo que era una afasia en Nueva Zelanda. Supongo que no le sorprendió descubrir que solo el 11 % del público general sabía que era una afasia y solo un 1,5% tenía conocimiento sobre la misma. También observaron que el 68% del publico sanitario sabia lo que era la afasia pero solo el 21% tenía conocimientos sobre la misma. Vukotic (2016) llevó a cabo una experiencia similar en Los Balcanes donde se vio que los conocimientos sobre la afasia oscilaban entre el 3,2% y el 7%, según el país. Previamente, teníamos la experiencia de Simmons-Mackie (2002) con la realización d una encuesta a 978 individuos en Reino Unido, Australia y EEUU en la cual se evidenció que solo el 13,4 % sabía lo que era una afasia y tan solo el 5,4 % demostró tener algún conocimiento sobre la Afasia.
Se puede declarar, por tanto, que la Afasia es un trastorno bastante desconocido a pesar de tener una alta prevalencia (actualmente hay alrededor de un millón de personas en los Estados Unidos que tienen afasia y casi 180,000 casos nuevos cada año. En España no existe un mejor panorama. El ictus genera en España de 120.000 a 130.000 nuevos casos al año. Existe una incidencia entre el 21 y el 38% sólo de Afasias por ACV). Parece ser que mucha gente sufre algo que poca gente conoce.
De ese tanto por ciento ínfimo que tiene conocimientos de la afasia se encuentran las personas que lo sufren (a los que supongo que no preguntaron en esta encuesta) y los que nos enfrentamos a ella día a día. Para uno u otros hay algo que jamás pasa desapercibido en el análisis del lenguaje de la persona que sufre Afasia. Me gustaría referirme a la Lámina del Robo de las Galletas.
Para aquellos que no la conozcan, se trata de un lámina-dibujo utilizada en diversas pruebas como parte de subtest de expresión espontáneo (más bien dirigida). En esa lámina se observa una situación de la vida diaria en una cocina donde unos niños intentan robar unas galletas mientras un gato, con mirada impasible, les observa. Al lado de ellos, su madre (u otra personas) limpia unos platos mientras el agua del fregadero cae al suelo. Delante, hay una ventana donde se ve el jardín de la casa (en la imagen de esta entrada podrá ver un ejemplo de la lámina). Esa lámina con diversos detalles se encuentra alojada en el famoso Test de Boston para el diagnóstico de la Afasia, creado por Goodglass (1996), pero fue creada con anterioridad (1974). El uso de esta lámina como forma de medición de la expresión de un individuo dio pie a la creación del Perfil de Eficiencia Comunicativa (PEC). mediante esta prueba, se pretendía cuantificar de forma objetiva el discurso oral de la persona con afasia. En el libro “Manual de la Afasia y la Terapia de la Afasia” de Helm-Strabooks y Martin (2005) se explica de manera especificas esta prueba ofreciendo las directrices para llevar a cabo un Perfil de Eficiencia comunicativa usando esta lámina, por ejemplo. En ese libro el lector podrá encontrar la manera de cuantificar el discurso de una persona a través de la descripción de esta lámina y poder obtener dos indices: el Indice de Eficiencia Léxica y el Índice de Soporte Gramatical. En ambos casos los valores normativos están realizados para el estudio del discurso en ingles. Pero sepa el lector que que Peña-Casanova ya se preocupó en 1995 de ofrecer unos índice normativos para el castellano de esta prueba. Incluso, el lector puede encontrar datos normativos para el catalán, gracias a un estudio presentado por Sara Espot (2006) en I Congreso Nacional de Lingüística Clínica en Valencia.
Hasta aquí, todo correcto. Lo realmente interesante es que, si bien es cierto que los modelos de entender el lenguaje y las tareas de valoración han do cambiando, la Lámina del Robo de las Galletas ha sabido adaptarse a las circunstancias y se ha adaptado perfectamente a la modernidad de los tiempos. En el año 2014, Vicent Rosell y Carlos Hernández presentan una nueva propuesta de exploración metalinguisticas de la persona con afasia, el MetAphAs. Esta prueba, enormemente interesante, cuenta con diversos ítems para poder valorar aspectos metalinguísticos que se pueden ver alterados en una afasia, tales como recuperar información diferida, mentir, ironizar o aspectos de lenguaje no verbal. Entre todos los items, el examinador cuenta con diverso material propuesto por los autores. Pues bien, uno de los materiales propuestos el La Lámina de el Robo de las Galletas 2. Puesto que carezco del permiso de los autores para mostrarla y no se localiza por internet no puedo ilustrar aquí, pero invito al lector a que conozca esta prueba y así pueda tener una segunda opción de lámina para poder ofrecer diferentes modalidades en el estudio y análisis del discurso. Es tremendamente interesante. Importante reseñar que la lámina se mantiene en blanco y negro, en este caso, y continua siendo un dibujo.
Pero no acab ahí la cosa. Berube et al. (2018) nos ofrecen un articulo donde muestran la adaptación moderna de la Lámina del Robo de las Galletas. En ese paper podemos encontrar una lámina dibujada ya a color, donde, nuevamente, un niño y una niña tratan de robar unas galletas. En este caso, el gato ha sido sustituido por un perro que intenta recoger rpaidamente los trozos de galletas del suelo. En esta nueva versión es el padre (o un hombre) quien está lavando los platos mientras, eso si, el agua sigue derramándose en el fregadero. También se ha respetado la ventana, solo que en esta ocasión, al fondo se observa a la madre (o una mujer) cortando el césped mientras charla por el teléfono móvil. Al lado de ella, ahora si, aparece el gato intentando jugar (o cazar) con unos pájaros. Un aspecto importante de este articulo es que el lector puede encontrar nuevos valores normativos de la prueba (en esta ocasión no basados en palabras sino en sílabas).
La Lámina del Robo de las Galletas, un clásico modernizado que nos acompañado en el estudio de la afasia. No me cabe la menor duda que está lámina seguirá adaptándose a los nuevos tiempos.
Y yo me pregunto, ¿cómo acabará cambiando la lámina en la próxima actualización?. Hagan sus apuestas….